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Tu piel al día

El control de lunares es esencial para prevenir y detectar de manera temprana el melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de piel. Aunque la mayoría de los melanomas aparecen como nuevas lesiones cutáneas, muchos también pueden surgir a partir de un lunar preexistente que experimenta cambios. Por ello, llevar un control regular permite diagnosticar y tratar a tiempo, lo que mejora considerablemente el pronóstico del paciente.

El seguimiento de los lunares debe realizarse mediante autoexploraciones mensuales y revisiones dermatológicas periódicas, dependiendo del riesgo individual. Las revisiones médicas incluyen herramientas como el dermatoscopio manual y la epiluminiscencia digital, que permiten observar estructuras internas del lunar no visibles a simple vista. El autoexamen mensual es crucial para detectar cambios sospechosos siguiendo la regla ABCDE: Asimetría, Bordes irregulares, Color no uniforme, Diámetro superior a 5 mm y Evolución del lunar. Cualquier cambio en un lunar debe ser motivo de consulta.

El control regular de lunares puede marcar la diferencia entre un melanoma detectado a tiempo y uno avanzado, por lo que es una herramienta clave para reducir la mortalidad y mejorar las tasas de supervivencia.